Esto quedó corto

Siempre he pensado que mientras estés con tus amigos, no importa el lugar en el que te encuentres. Pero si se trata de diversión, a veces se presentan oportunidades que realmente no quieres dejar pasar. Pasar el fin de semana en Yacila, junto a algunos de mis amigos, ha sido, definitivamente, reconfortante.

Yacila es una playa pequeña ubicada en la provincia de Paita, a una hora de Piura. Está protegida por dos grandes rocas y su mar es tranquilo la mayor parte del día. Esta playa cuenta con una caleta de pescadores y un balneario de veraneantes. Sus rocas tienen una forma caprichosa y hay túneles intrigantes que conjugan muy bien con todo el entorno de la naturaleza. La gente del pueblo es amigable. Muy amigable. Este último viaje me demostró una vez más que la gente no pierde la cordialidad y el buen trato que le entrega a los visitantes. Siempre educada, siempre sonriente. Algo que así nomás no se ecnuentra en las ciudades grandes.

Este fin de semana se realizó allí el carnaval yacilero. Una fiesta de verano, en donde la algarabía, los desfiles, las comparsas y la música festiva alcanza su mayor apogeo. El tradicional carnaval pirata es organizado por los veraneantes de Yacila, en su mayoría, piuranos que tienen sus casas en esta playa. Allí estuvimos, la negra, la huara, renato, carlitos, la palas, la mari y mis patas "ingeniosos", como los llama la gorda. Allí estuvimos y la pasamos genial.

Ya en Piura, el domingo por la noche, la sensación en la casa de la huara fue la misma para todos: "quiero segir de juerga". Nada de esto pasó al final. Con una fiesta así, con los amigos que tienes en la vida, con un reencuentro de ensueño en tu ciudad, es lógico que se pida esto. La sensación que tuve después de dos días en Piura fue también la misma. "Esto me quedó corto".