Hablamos luego.En unos cuantos años

Le digo que mis fuerzas están con ella. Le doy las mejores vibras del mundo. Que le vaya de puta madre. Me dice que me extrañará, que sigo siendo el ahuevado de siempre. Le respondo un yo también y me muero de la risa con ella, como lo solíamos hacer hace unos años. Todo ello en la primera conversa que tenemos por MSG después de tiempo. Nos perdimos el rastro sin dejarnos siquiera la dirección de correo. Mañana se va a Lima, dos días después a Francia, a ver a su esposo.

Hace tres días me dio la noticia en un mensaje al Hi5, nuestra única forma de comunicación en los últimos meses. Me dice en el texto que no sabe nada de mí, que es una pena que no podamos despedirnos. Que se va. Que se va. Que se va. Le respondo de inmediato, y me responde también al instante.

Acabo de despedirme de ella. Con preguntas y respuestas que aguardaron mucho tiempo. Con ganas de una despedida en directo.Promete regresar a una boda que aún no está en planes. Le doy mi último adiós. Se desconecta del MSG.Cierro su ventana.